Sé que ella no me espera.
Sé que saldrá de repente
abriendo muy lentamente
la puerta de las sirvientas.
Yo la esperaré aquí afuera
para mirarla salir,
para verla sonreír
cuando vea mi sonrisa
y al acercarse de prisa,
que una lágrima le brote.
Me verá con estas flores
que son sólo para ella.
Porque es mi novia tan bella
y no espera la sorpresa
aunque hay algo que no espera
y la voy a conmover.
No sabe que recordé
hoy se cumplen cincuenta años
que sin reproches, ni llantos,
somos marido y mujer.
® ESCRITOR INGEL LAZARET