Ahora que contemplo tu hermosura
y el tiempo se eterniza
En tus ojos vi brillar una estrella.
Ay, amada, qué suave, tu ternura;
por tí me haré ceniza,
me verás en la luz de frágil huella
Y rodeo tu talle estremecido
¿Ay amor, dónde has ido?
E.D.A