Una esquina pintada
Y un bar en tinieblas,
La tertulia sagrada
En torno a un café,
Volando entre sombras
Muy bellos poemas,
Personajes muy queridos
En un tiempo…que se fue.
Sentado en la mesa
La misma de siempre,
Donde muchos versos
Yo supe escribir,
Oteando a la gente
Desde la vidriera,
Lo escucho a mi pecho
Con fuerza…latir.
Viejo café del recuerdo
Donde un día tiré el ancla,
Cuando ví que en esas mesas
Se juntaban a charlar,
Viejas glorias de ese tiempo
Julián Centeya, Homero Manzi,
Y escuchando a esos maestros
Supe sin duda…soñar.
Hoy me llegué con mis ganas
A ese lugar con historias,
Y no encontré ni vestigios
De lo que allí transcurrió,
Solo junté mil recuerdos
Y nostalgias ya marchitas,
Las lágrimas nublan mi vista
Lo que ayer fue…ya murió.
Como castiga la vida
Cuando así, tan crudamente,
Nos muestra este presente
Tan distinto al que pasó,
Soy un fantasma ambulando
Entre el bullicio incesante,
te saludo bar amigo
mi camino…aquí acabó.
Boris Gold
(simplemente…un poeta)