Recuerdo la vez que te conocí,
Llevabas tu cabello cobrizo suelto hasta la cintura,
Eras diferente a todas, o tal vez el amor había hecho
De las suyas conmigo, la verdad no lo sabía,
Lo que si supe desde entonces es que había encontrado
A la mujer más hermosa del mundo.
No era bien visto que estuviéramos solos
Pero el amor es más fuerte que todo
Y nos hizo inventar miles de pretextos
Para encontrarnos junto a esa Noria.
Recuerdo que pasábamos esos diez minutos
Más largos de nuestras vidas platicando de cualquier cosa,
Me ponía nervioso el solo hecho de no tener más que decir,
No quería que te fueras nunca.
Hoy después de diez años que te fuiste,
No estoy triste, más bien agradecido con Dios
De haberme permitido compartir todo este tiempo contigo
Fueron los cincuenta y cuatro años más hermosos de mi vida
Hoy no me siento solo, porque tengo el tesoro
Más valioso del mundo, nuestros hijos.
Son todos unos hombres y mujeres de bien,
Tenemos los nietos más hermosos, si vieras como han crecido
Son tu vivo retrato.
Hoy cumplo ochenta y ocho años, a veces me siento sin fuerzas,
A veces triste, pero pensar en ti, me hace bien.
Muchas veces culpo al tiempo de haberte separado de mí,
Pero es el tiempo quien me ha enseñado que lo más valioso,
Se ha quedado conmigo.
Quiero susurrarte al oído sin que nadie me escuche,
Tal vez pensarán que me hundo en mis delirios,
Pero quiero decirte que te amo y cada vez que escucho
Un ruido en casa, siento que eres tú, el amor de mi vida.
Dedicada a Don Roberto para el amor de su vida.