Mis palabras se exilian en el silencio.
Las detiene una muralla de fino
Esmalte y marfil.
No gritan lo que piensan,
Se han convertido en rocas.
Evitan que las bañe el sol,
Se deshacen en mi boca.
Mis palabras no quieren decir
Lo que mis ayees convocan…
Están llenas de congojas.
Las dejo reposar…
Otro día sosegadas,
Serán bellas. Abrebocas.
Hermes