La razón odia afecciones que el corazón olvida
El olvido no recuerda la razón del corazón
El recuerdo vacila entre el corazón de la razón y la razón de la memoria
Por lo tanto:
El corazón conoce razones que la razón desconoce
o bien, simplemente ama
y la razón viene después a cuestionar las cosas
hasta que el corazón se enfada con la razón
y ambos terminan enemistados.
El corazón le dice a la razón: ¡tú no piensas!
Y la razón le responde: ¡Tú no amas!
La memoria se confunde de tanta palabrería
y se retira a la contemplación del olvido
hasta que brota de la piedra filosofal
un cerebro lleno de pétalos
y espinas olvidadizas..
E.D.A