En mi mundo estabas bajo un cielo azul claro,
vestido de encanto, con encajes de amor sereno.
Con sentimientos sensatos en un radiante velero
preparado para amarme, siempre sincero.
Pero
la sustancia de esta amargura estoy saboreando
aquí sentada bajo la luna que apostaría te está mirando.
Así que
esto no es más que un espejismo,
que me tiene alusinando
dentro de un laberinto.
Pero aún así
te querré para siempre,
y te querré a mi manera.