Luis G Rebolledo

Entre tu amor y yo

 

     Ya hacen las puertas abiertas y agrietadas del barcón. Mientras las campanas rechillan en su espesura, a donde vas si el dolor es ausencia y la tarde se hace fría.

 

     Ahora el  presente es igual para todos, por si acaso no son solo los ciegos los que viven en tinieblas.

 

     Como es que tanta fruta fresca cae de un árbol  y su semilla renace, como es que brotan de mi testa  cientos de prosa cantadas  como en un vertedero, que van en procesión.

 

     Mil cruces de mi tierra fría, van en pos mientras en un arsenal nacen en oleos  cada pincelada de frescas imágenes, donde queda inmortalizada aquel amor y rostro de dolor.

 

     Con  una corona en su frente se pierde de vista al vértigo de la inocencia, viaja a pasos firmes y se esconde en la ingratitud del ser  cautivada por su presente, cuando puede mantenerse  viva y el vago recuerdo  de una pasión encontrada en su alma, va  hasta la memoria que ya no acepta la realidad.  

                                         Luigy