Son siete años
que ya no la veo
no recuerdo
sus bellos ojos negros.
Esa sonrisa que me daba
cuando me llamaba
o su voz cansada
cuando me hablaba.
En mi memoria
a un tengo grabado el recuerdo triste
cuando te despediste
en aquel sueño triste.
Segundo domingo de mayo
día de la madre
me levante desesperado
pensando en encontrarte.
Tratando de creer
que solo fue una pesadilla
de un simple sueño,
salí corriendo hasta la puerta
para detenerte y con mi corazón pedirte
de rodillas,
no te vayas de mi vida madre linda.
Como loco estuve como loco anduve
preguntando por ti madre querida,
queriendo saber la razón
de tu partida.
Nadie me daba respuesta
no me quedaba de otra
que aceptar la maldita realidad
la cruel verdad de que no estás más.
Mi corazón sin control lloro,
le di mis consuelos y seque sus lágrimas,
los dos nos abrazamos y juntos lloramos
bajo el sufrimiento nos acobijamos.