El señor Sánchez Gordillo,
un personaje muy pillo,
se ha pasado de listillo
asaltando el Mercadona
con sus doscientos secuaces,
robando a la luz del día
para que la gente coma,.
pues según su teoría,
lo que sea que tu haces
tiene justificación
siempre que él así lo entienda.
¡qué ocurrente solución.
que se preparen las tiendas!
Aplicando sus vivencias,
una vez haya acabado
con todas las existencias
y logrado enviar al paro
a cantidad de personas
habrá hundido al Mercadona,.
y ya podrá celebrar
con todos sus seguidores
su desternillante idea,
dirá que son los mejores,
que han vencido en la pelea,
que se han puesto a trabajar
para que \"to el mundo coma”.
-Asaltaremos las tiendas
que podamos encontrar
bajo la faz de la tierra
hasta que no quede ni una,
para a los pobres saciar
y que ya no exista hambruna
-¿mas y los profesionales
que así perderán su empleo?
-ese no es nuestro problema,
no sufren los mismos males,
esos no son de los nuestros.
Magnífica solución
la de este señor. Gordillo:
-vayamos a las parcelas
de afines agricultores,
cojamos lo que nos plazca
uvas, habas o melones,
hasta que digamos ¡basta!
y demóselo a otros más pobres
¡todo es así de sencillo,
ya verán sus reacciones!
Esta es la atroz realidad,
aquí termina este canto
a una idea original
de un político insensato,
que, ¡terrible situación!
se cree un iluminado.
Y aquí firmo yo el final:
\"desvestir esto es lo que es,
a un santo ver del revés,
para ataviar otro santo\"