Tengo nuestras promesas escondidas,
y una madrugada que no termina.
Tengo mi sueño roto con espinas
y otro te añoro sin billete de ida.
Tengo deseo, olvidos, despedidas
y más de cien mentiras de Sabina.
Tengo un sinfín de huidas en cada esquina
y un adiós que me perdonó la vida.
Tengo once sílabas para un te quiero
y hojas en blanco y palabras desechas
y un ayer y un mañana en el tintero.
Tengo un presente lleno de sospechas
y un futuro apenado y embustero
y la conciencia cansada y maltrecha.