No puedo dejar que lastimes la primavera,
tus quejas apagan la belleza de las flores
entorpecen la brisa y opacan sus colores,
es mejor que riegues con agua los rosales.
Puedes buscar aquel abono que compraste
para ponerle a los bulbos de las orquídeas,
plantar las margaritas blancas y amarillas
si, esas con múltiples pétalos que deshojas,
las que con precisión te dicen que te quiero,
planta las que perfuman, rosas y nardos
no olvides a los rojos y blancos tulipanes,
que adornan con belleza todos los balcones.
Ya puse el alpiste de los pájaros que trinan,
que alegran cada tarde con su música divina
debemos adornar la primavera de esperanzas
y bailar de acuerdo a su ritmo, alegres danzas.
Ramón Oviedo
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