LA PLAÑIDERA
Llegó al pueblo la noticia
Que en un hospital de la capital
Quizás por falta de pericia
Su amante llegó a su final.
Cuando el cuerpo lo trajeron
En la calle principal
La gente se alborotó.
Hay que enterrarlo dijeron…
En medio de la multitud
Con gran dolor escondido
Presa de mucha inquietud,
Por aquel que ha partido
Una hermosa joven llora,
en silencio su dolor
porque el hombre que llegaba
dentreo de aquel ataúd
era su secreto amor.
De su negra cabellera
Se han desprendido las vinchas
Y sus grandes ojos negros
Se le volvieron abismos
Por donde cae su alma
Que nunca más tendrá calma.
Otganizaron los ritos
Del funeral necesarios,
El cortinaje de luto;
Legaron flores y cruces;
Contrataron plañideras
Para que lloren las penas.
Pero… entre el coro de llantos,
Esa hermosa joven llora,
Y nadie sabrá que esa plañidera
Era solo una impostora
Y llora sinceramente
Por aquel que ella aún adora
Y llora desconsolademente
Con su verdad en secreto…
Ellos se amaron a escondidas
Pues era un hombre casado
Su amor no pudieron decirlo
Pues es pecado sentirlo.
La plañidera sombría
Con su tez palida y mustia
Abraza al ataúd
Y deja en él su elegía.
Cuando el sepelio fue hecho
Ella desapareció,
Dicen que nunca volvió
Y hoy esta en un convento
Con su amor en sus adentros…
reza y llora por las noches
presa de muchos tormentos.