Huelo a tierra, a sol, a mar, a estrellas
Huelo el aire como se acerca
Huelo la luz cuando esta cerca
Huelo tus venas a hembra
Huelo las caricias de tus manos tiernas
Por oler, huelo hasta tus letras.
Respiro de tus olores, sus esencias
Alimentando mi pulmón izquierdo
El cercano a mi corazón, el que tiembla,
Entre olores, sustos y sorpresas.
Huelo la mentira, cuando es cierta,
Huelo la verdad, cuando es verdadera
Y en estos caminos perfumados, para mi existencia
De la mano izquierda,
De la mano derecha
Y al compas del azufre de las tormentas,
Como una niebla densa,
Que todo lo cubre, todo lo humedece,
También suaviza, tu voz lenta y pausada
De los ángeles, en tu siesta.
Con la arrogancia más discreta
Del que una vez piensa, otras interpreta
Con la facilidad de la expresión de tu boca
Solapando pieles, entre letras
Jugando al escondite con mis venas
Amaneciendo un día vestida
Acostándote, otro despierta
Así huelo a veces hasta lo que piensas
Y otras interpreto tus letras
Pero aún, no he recibido un beso de tu boca.