Un sapo en su lamentar
rabiaba a más no poder
porque quería correr
y no saltar.
Todo me sale mal
pues siempre pasa
que todos me atrapan
y no puedo escapar.
Deja el tanto quejar
una liebre le dijo:
saltando, amigo
puedes a muchos despistar.
Agradezco tu pensar
dijo el sapo con premura,
tu palabra es nula
porque puedo evidenciar
que en nada me ayuda
tu triste opinar,
tú no sabes croar
ni sabes de charcas
y mucho te falta
por experimentar.
Y en actitud sensata
la liebre molesta
por la actitud ingrata
le dijo: si no acatas
seguirá tu torpeza,
no hace falta charca
ni croar con destreza
para tener autoridad
y hablar cosas de esas…
Yo te doy consejos de verdad
y tu me das tus palabras necias
ya veo que no aprecias
mi buena voluntad.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el Número 55620414
Maracaibo, Venezuela