Cuando vemos la estrella
deslizarse en la noche,
o la que esta muy sola
o la que esta distante,
o aquella que esta cerca
inquieta y titilante;
damos gracias al cielo
que somos habitantes
de un planeta que tiene
noches alucinantes.
Cuando vemos la luna
descendiendo amorosa
sobre aquellos amantes
que deshojan la rosa,
damos gracias al cielo
que somos habitantes
de un planeta que tiene
luna, estrellas y amantes.