Saber que estoy aquí de píe
Observando la vida pasar y mis memorias jugar
Dentro muy dentro en mi cabeza donde mil veces ansíe
Encontrar mi lugar para ya no caminar.
Pero de tanto andar me doy cuenta,
Que el reloj en mi mano ya dará nuevamente otra vuelta,
Y yo sigo aquí, observando
Esperando un segundo que aun no he creado
El momento perfecto para ser encontrado,
Pero me fastidio al saber que aun no sé cómo será,
Ese segundo de éxtasis, melancolía o simplemente un nada total.
La luz en mis ojos se intensifica por ratos,
Esos instantes perfectos mentirosos en que me siento inmortal
Y me atrevo a retar con estupidez y valentía inmoral
A todo aquello por lo que temblaba y moría en mi vida normal;
Pero una vez que esa adrenalina abandona mi templo
Lentamente las sombras vuelven y reclaman mi actitud despiadada
Me dicen nuevamente no te nos reveles o te extinguirás con lentitud
Y yo, yo vuelvo a ser el mismo sin alas y con lamentos.
Al final de todo siempre fui simple,
Sin muchas ideas ni sueños grandiosos,
Quizás por eso hoy sufro al saber que un día
Me había perdido en la dirección correcta,
Pero mi ignorancia pudo más y encontré la salida
Y la luz al final del túnel era agonía disfrazada
Con una sonrisa acomplejada engañó a mi corazón.
Me quedo parado hoy en este lugar,
Tengo una cita con la mujer perfecta; pero,
El problema es que no nos conocemos,
Si, quizás es eso y por eso no nos vemos.
Yo me había perdido en el norte correcto
Pero esta brújula en mi interior ya perdió su ubicación,
¡Dios mío!
Quisiera volver pero murió mi conexión
Y así simplemente me guardo, yo solito, valeroso
En un polvoso rincón.