No tienes que preocuparte
por motivos que no son
tan graves como imaginas.
Todo tiene solución, querida.
Si somos personas de Fe,
no perdamos las esperanzas.
Me hablas de las deudas
que tenemos...
Ya hemos de pagarlas.
No tenemos créditos.
Nuestra hija sabrá comprendernos.
Sabes cómo es.
Tiene nuestra buena educación.
De todas maneras,
no nos está
colocando
una daga
en nuestro cuello.
Nosotros sentimos
amor hacia ella.
Y ella hacia nosotros.
Si sentimos
lo mismo,
despreocúpate.
Nos ha de esperar,
hasta que nosotros
podamos devolvérselas.
Ella siempre
nos demuestra
su gran amor,
como el nuestro
hacia ella.
Si sentimos
lo mismo,
este amor filial,
quédate tranquila.
Nuestro amor
es recíproco.
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 15/04/2014)