Te quedaste sin nada
emperador de las palabras,
poeta antiguo del viento,
allí donde el silencio del hombre
habla de la eternidad del universo
y las manos del Creador
ofreciendo la piedad.
Te quedaste vacío
gorrión de los días,
sin suelo, sin horizontes,
el sol que huía lento
de tus ojos cansados.
Recuerdo intenso tu figura,
soledad de versos,
orfandad del tiempo
que se quedó dormido
junto a tus labios de tierra.
Eras el verbo, el mensaje cautivo
en la inmensidad de palabras,
Los paisajes dormían
en la amplitud de tus ojos.
Te fuiste, con el misterio a cuesta
recta figura, sin latidos
horizonte oscuro, lineal
el pueblo recordará tu nombre,
y al hombre que lleva
tus palabras de alimento.
Poeta, eterno poeta.
Ala de América, peregrino del viento
Huella, sendero camino,
piedra rio agua arena
montado en la estatura
de tus versos peregrinos.