Tu recuerdo es como cuando el sol
se oculta entre las nubes;
que no le ves,
mas sabes que aún permanece allí
porque igual quema.
¡Sí!, así de análoga es
tu tan ridículamente inmensurable
extraña presencia;
como sol entre las nubes.
Pues mientras acá abajo
se me perpetúa
la quemadura bajo tu sombra,
allá arriba en lo alto
por el colmo
y la codicia de lo inalcanzable,
como el astro insensible y arrogante,
impones ver,
como desde el otro lado
de mi obstruida recusante gloria,
a otros confines
tu macilento fraude de chispas regalas.
Pues jamás hubo fuego,
tan sólo llamarada;
la flama desertora y aventurera
que del incendio se escapa,
como sol entre las nubes.
Yo engañado siendo abrasado
por una sombra
con migas de flamas;
y al otro lado, otro ser disfrutando
de mi estrella y su solana.