Donaciano Bueno

Requiem por Valparaiso

Hoy ¡dios! en Chile la tierra se ha incendiado,

pareciera que estuviera en son de guerra,

¡qué triste y tan violentada está la tierra!

¿por qué, señor, con nosotros te has cegado?

 

¡Por qué, pudiendo tu, el agua no has usado

y saciar así la sed de nuestra gente?

Impasible, quieto, sentado, sonriente

y observando las desgracias te has quedado.

 

¡Malditas piras de llamas anegadas!

casas que a escombros derruidas has dejado,

de tanta desgracia el cielo se ha nublado

 

las caras viendo de tus súbditos ajadas.

Hoy junto a tí, Valparaiso, yo he llorado

y por sus almas un requiem he rezado.