Hoy no hay poemas,
hoy no quiero escribir,
Hoy no quiero pensar,
hoy ya no me interesa ser feliz.
Hoy me quiero ir,
a donde nadie sepa,
a donde nadie me vea,
hoy solo quiero desaparecer,
hoy quiero perderme hacia
el país de Nunca Jamás.
Hoy solo quiero dejar de llorar...
Hoy no tengo ganas,
por favor, hoy no.
No tengo ganas de pensarte,
no tengo ganas de soñarte.
Solo quiero mirar al cielo,
imaginar que vuelo,
tan lejos,
tan lejos de todo,
tan lejos de ti,
tan lejos de mi...
Por una vez en la vida,
quiero que me dejen de hablar,
quiero perderme de problemas,
quiero dejar de ser yo,
prepararme,
limpiar mis lágrimas,
salir de mi casa,
empezar a caminar,
y hacer absolutamente nada;
ir a donde me lleven mis pies,
ignorar lo que me diga la razón,
y escuchar la música de mi corazón.
Hoy no,
hoy no tengo ganas de nada,
ni siquiera de existir,
solo quiero perderme,
de todo hasta de mi.
No quiero ayuda,
tal vez esa es mi perdición.
Hoy no tengo ganas de ti,
mucho menos tengo ganas de mi.
Quiero olvidarme de todo,
incluso hasta de mi.
Quiero dejar de pensar
que soy el Puto Amo,
quiero dejar de ser quien
todos quieren que yo sea,
aunque en simple concusión,
no quiero ser ni siquiera ese
que soñé algún dia ser yo...
Ya no quiero encajar,
no me quiero alegrar,
solo quiero que pasen
los días, esperando la
anhelada enemiga de
Soledad...
Hoy no,
hoy ya no quiero
volver a soñar.
Juan Manuel Hernández.
(Escribiéndole a Soledad)