Ser... me gustaría ser tu almohada,
cambiar la dieta de tus sentimientos,
y hacer que olvides tu agenda apretada,
hasta he pensado ser tu pasatiempo.
Quiero y en realidad no sé que quiero,
pues quiero tantas cosas alocadas,
a veces veo un rostro en el espejo
un desconocido y un verso estalla.
Si siempre estoy rindiéndome a tus pies,
si cuando dejó de pensar en ti
mi mundo empieza a girar al revés.
Poco a poco el miedo empiezo a perder
sin importar después nada de mí,
solo entrego mi vida a tu merced.