Del alma brota, a gotas tu cariño
y a mis ansiosas manos provoca/
la locura; fantasiosa de un niño/
cuando despacio tus labios… rozan mi boca.
Ilusiones, caricias/ sueños retozan,
en tu mirada –callada- preciosa/
como la luna llena, que cadenciosa
llega; al encuentro de los amantes.
Que al compás de sus cuerpos, esbozan
unidos/ en un mismo espacio y tiempo,
un suspiro/ un te quiero, donde gozan
atados/ por los hilos… del amor verdadero.
Donde no existe el tic-tac del tiempo,
ahí donde los segundos son eternos
y las palabras sobran; solo se habla con besos/
y es donde surge la pasión y los deseos.
¡Amada mía! llevan tus ojos la poesía,
envuelta en un mar de melodías/
y notas de amor; en tu piel plasmada/
para tocarlas armonioso al caer la noche…
Y hacer en ti; un derroche de pasión,
que pinte atardeceres en el día/
y trace con el viento, estrellas en el corazón,
lleno de esperanza/ de amor y alegría.
Mientras el manto de la vida nos cobija,
y el vaivén de coloridos pétalos/
que decoran arco iris, sobre tu mirada fija/
que me eleva en lo profundo de tu cielo.