Si me quedo un rato
pensando,
con la mirada fija,
la vista como nublada,
se me presentan
ilegibles recuerdos,
en colores lilas
o violetas que brillan,
y en medio de todo eso,
aparece tu rostro,
tu cuerpo,
desnudo,
inquieto,
nuestros reflejos
y ...
se me hace agua la boca,
me gusta
y frecuentemente
reincido.