El poeta vive inmerso en paraje sagrado, solitario, nostálgico, profundo....donde la poesía es la protagonista principal y nosotros somos solo sus indignos siervos.
Siervos que vamos viviendo, amando por la vida, pero somos y seremos, seres solitarios.
Somos luz vagante en un cielo carente de estrellas, al final de nuestros días, volaremos de nuevo a ese lugar eterno, lejano, del cual hemos partido.
Temo la soledad, pero en el fondo la deseo y amo. Una paradoja, triste, cruel, pero real paradoja.
Somos almas solitarias que vagan entre versos.......