EL ARBOL Y LA RAMA
Fuiste árbol noble y austero.
Luchaste contra vientos y tormentas,
Te mostraste digno y regio,
¡Siempre tus ramas nos protegieron!.
Más cuando ya tus raíces tenías asentadas
Y tus frutos en su mejor momento ,
Un cruel ciclón desgajó tu principal rama.
Acudiste presto en su ayuda
Y aunque volcaste en ella tu savia,
No conseguiste enderezarla.
Ahora cuando debían ser tiempos
De contemplar con placidez tu sombra y tu talla
No te lo ha permitido esa rama desgajada.
Y tu tronco angustiado y consumido
Tras verter la última gota de tu savia,
Y con la rapidez que se quiebra un junco ,
Sin apenas hacer ruido ,
Se ha desplomado y te has ido.
Pero aquí tienes tus raíces,
Aquí están tus frutos,
Y nunca le faltará calor
A tu amada rama.