Hoy tu ve la grandiosa oportunidad
de hablar con la vida un rato,
se sento a mi lado con la intensión
de contarme una pequeña historia.
Pero antes fue ella la que
puso las reglas de lo que seria
nuestra charla.
Lo que a mi parecer fue un poco incomodo
no era yo la que queria hablar
como para atreverse a
condicionar la conversación.
Pero sabia que esta oportunidad
no se hiba a repetir asi que tome
la desición de conversar bajo las reglas
que impusiera.
Estiro su brazo en señal de querer
presentarse, simplemente deje el lapicero
aun lado y estreche su mano,
y fue ella quien se acerco lentamente
a mi oido y me susurra que nuestra conversación
seria vastante corta y que simplemente
duraria el tiempo que mi cigarro estuviera prendido.
No entendia lo que estaba pasando,
si estaba hablando con la misma vida, porque,
no me conocia, me trataba como si nunca hubieramos conversado,
no entendia nada, en ese mismo instante
se lenvanto de la mesa como si hubiera recordado algo
simplemente me dijo que las reglas habian cambiado
y que queria que fuera yo la que le contara una historia.
Quede sin palabras no sabia en que momento los
papeles se habian cambiado, simplemente
me recuerda que nuestra charla se termina en conjunto
con mi cigarro.
Respiro profundamente y comienzo hablar de la chica que yo era
de esa que sabe sobre las falsa promesas, de llantos y de engaños;
de golpes, de fracasos y de supuestos amores;
de esa que hablaba de marcas, de bebidas y de lugares;
de esa chica que era y que ya no existia
de esa que aprendio a ser mujer antes de tiempo;
de esa que habia aprendido tanto pero que no sabia nada.
La vida me interrumpe y me dice que porque
no me enamore de ella antes,
la mire y le dige que nadie sabe como ni donde,
la indiferencia se hizo mi escudo,
sin mas pretextos y sin mascaras,
visualize un plano casi perfecto uno que terminara
por completo con las lagrimas, con las sonrisas
uno en que el teatro no fuera el lugar principal
un alma vacia, un mal humor y no pertener a este mundo.
Mi cigarro estaba apunto de apagarse
y le dige a la vida que llevara esperanzas a las
personas ya que conmigo no pudo.
Firmo el relato
me despido de la manera mas cordial y le agradezco
por haberme escucharme, mi reflejo se borra por completo
y esto fue solo un cigarro.