Fue desgarrador escuchar su voz
partirse en más de dos,
por dos de sus hijos que se marcharon
en busca de un mundo mejor.
Pude sentir el llanto de su corazón
y el profundo dolor que dejaba
ese adiós en su interior.
Pude percibir las gotas ahogando su orgullo
deshaciendo el escudo de su corazón,
reluciendo el más tierno de los sentimientos
despertando el más sincero amor.
Pude darme cuenta de su estado desecho,
sus ánimos yacían por los suelos,
daba suspiros sin aliento.
Sus palabras daban a entender, que moría por dentro
cuando decía que estaba bien, por no sembrar en mi pecho
lo que en lo suyo germinaba
la melancolía que lentamente lo mataba.
No puedo precisar cuál es más doloroso
si una taquicardia o la partida delos seres
que más amas.
Apostaste todo por ellos
anteponiendo las manos al fuego,
hoy parten con la palabra adiós
y en ti queda la interrogante,
de cuando podrás escuchar decir
he vuelto aquí estoy.
Se tiñen de rojo sus ojos caramelos
ya no veo dulzura en ellos,
solo veo un gran sueño
sueño por dormir y nunca despertar,
inventarse un mundo irreal
pues lo real se volvió infierno
más queda soñar algo bueno.