Ese aire que respiras,
el que te embriaga de encanto
hace de tu piel un manto
tejido con tal primor,
te provoca devoción,
y sueñas con aspirarlo.
No lo imaginas faltando
pues faltaría tu alma,
porque ese manto te abraza,
hace versos, de tu vida
y un poema cada día
con letras encandiladas.
Solo escribes alabanzas
para el mejor elemento
y ocupa tu pensamiento
sin abandonar tu mente.
No es respirar lo corriente.
Es respirar de su aliento..
® ESCRITOR INGEL LAZARET