Yo soy ese pozo oscuro
Donde cayeron tus besos
Y esas caricias osadas
Con fecha de vencimiento.
Trepaste por mi costado
Para cumplir tus anhelos
Y tus dedos conquistaron
Todo el mapa de mi cuerpo.
Yo te enredé con mis brazos
como a la pared la hiedra,
Palpitaste en cada ocaso
Al ritmo de cada estrella.
Como un soldado vencido
Rendiste a mis pies tus armas
Y te sentí sucumbir
entregando cuerpo y alma.
Hoy se hace carne el recuerdo
En lo profundo del pecho,
enmudeciendo ese grito
Que desgarra desde adentro.
¡Aún te sigo extrañando!
¡Aún te sigo queriendo!
¡Aún recorre mis venas
Esta pasión que está ardiendo!
Pero al extender mis manos
tu ausencia expide condena,
Cualquier intento es en vano
¡Si eres tú quién no recuerda!
Soy toda la oscuridad
y el desierto de la tierra
me envuelve la soledad
y esta herida no se cierra.
¡Qué todo empieza y termina!
Eso dijiste aquel día...
¡y ahora puedo jurar
Que hay cosas que son eternas!
Como tu nombre en mis labios
Y este amor en el silencio
Que irá volando hasta Dios
ese día en que me muera.