¿Y si llegases en el próximo tren?
¿O en el siguiente?
¿Y si no logro encontrarte,
en los rincones anónimos de esta tarde?
¿Que podría hacer yo?
Tal vez si te escondieses en el viento
junto al trazo donde ciñen la nube y el cesped.
Esta tarde te robaría una sonrisa
como quien juega a repartir aliento eterno.
Pero tu no yaces en el viento.
Y la nube y el cesped nunca colapsan.
Y tu sonrisa, que en su plenitud logro desvelar ángeles,
volvio a su origen de partida.
Tu voluntad de extender las alas
para ostentar una belleza inmerecida,
ha mellado a tantos.. a pocos.. a uno solo..