Te quiero.
No sé si hasta mañana
o para toda la vida
ni sé si lo digo porque espero
que lo repitas
o porque necesito que lo sepas,
sólo se que te quiero
y que se me escapa de los labios,
que te busca,
que necesita que lo escuches
y lo aceptes en tu pecho,
que le des guarida
y le prestes abrigo.
Te quiero
y decirlo ya es demasiado,
pero ni mucho es tanto
y tanto es apenas un poco
de lo mucho que te quiero,
porque a mi manera no se quiere poco,
y nunca se quiere demasiado.