¡Oh, que has sido tu!,
mi mayor penuria,
mi menor abundancia,
y qué hago yo,
sino te tengo aquí,
¡Oh, menudo en mi bolsillo!,
que por un roto te me has ido,
y no sé donde más hallarte,
si en el suelo o en la calle,
y que por cuanto tengo hoy,
que es más poco de lo que tenía,
y ahora, con qué he de pagar,
el pan, café y leche,
¡Oh, menudo en bolsillo roto!,
qué hago sino te tengo aquí,
para deber algo no quiere mi honra,
y más no desea que llegue la morosidad,
si el menudo desapareció yá de mi bolsillo,
¡Oh, bolsillo remendado!,
con posibilidades de perder al menudo,
y ahora, qué imposibilidades porque,
el bolsillo yá esta arreglado.