Hablemos de ti y de mí… no, espera, no podemos hablar de ti y de mí.
¿Qué porque no podemos?
No podemos porque nunca hubo un tú y yo.
No podemos porque no hay historia entre nosotros.
Tal vez nada más ha sido un yo que quiso pensar que era un tú y yo.
Pero si yo me hubiera esmerado, hubiera creado un nosotros.
Un nosotros en donde tú lucharas por mí y yo por ti.
Un nosotros en donde yo fuera tu vida y pues aunque tú eres mi vida, quisiera que esto fuera mutuo.
Quisiera Un tú y yo en donde no habláramos de ti y de mí y mejor habláramos de nosotros.
Pero tú tenías las cosas tan claras desde el inicio y yo fui tan pendejo como para confundirlas hasta el final.
En esas conversaciones a altas horas de la noche se sentía un tú y yo.