Esos mágicos encuentros son instantes
que mis ojos aún velados no contemplan,
y del misterio de Tu Espíritu loable
surge la luz apartando las tinieblas.
Es entonces que me envuelve lo infinito,
sentimiento inexplicable, paz etérea,
y enaltece a mi alma la fragancia,
de las flores que ha sembrado Tu Presencia.
Autora: Graciela Beatriz Traverso.