Es la suerte que acompaña
al hombre perseverante,
porque en un solo instante
un trozo de oro ha encontrado,
pues la tierra le ha entregado
una pepa del mejor,
en el colador vio el fulgor,
ahora la tiene en sus manos.
Por la mañana temprano,
en su caballo irá al pueblo
y cambiará por dinero
ese pequeño tesoro.
Él volverá jubiloso
al lado de su querida,
lo espera con tortas fritas
y mates bien espumosos.
Luego volverá al arroyo
a buscar del agua, otra pepita.
® ESCRITOR INGEL LAZARET