El amor que nos unió, sigue vivo y aquí está,
en el remanso de agua clara, los pájaros,
la flor, en el follaje de los árboles...
que no dejaron que se fuera.
Tu mirada, es cielo azul, de infinita belleza,
en ella se refleja, el agua quieta de un lago cristalino,
mientras viejos troncos, de abetos y abedules,
forman el marco predilecto, para robarte un beso.
Y yo te miro, escucho que preguntas,
Pero, no sé lo que preguntas...
pues la mirada tengo puesta en ti
y lo demás... ya no me importa.
Es el sueño que yo tengo, cuando vengo a recordar,
a bordo de ésta barca, que no me decido a abandonar,
porque aquí dejaste tu aroma y vacío tu lugar,
mas yo te espero, hasta el día en que decidas regresar.
Delalma
22 de enero de 2010