gaston campano

Marco y cuadro

En una muralla blanca

como el cielo bajando

se detuvo un marco hermoso

de viejo oro pintado.


Un toro junto a un bocel

por un plinto separado

media caña y un rodón

formaban esa moldura.


Que de cerco le servía

a esa preciosa pintura.

era la plata bajando

como una cinta mojada.


Que entre árboles cantaba

junto a una casa blanca

un álamo solitario

era la sombra alargada.


De las alegría antiguas

de esa casa encantada.

El don de la pintora

fue decorar la piedra.


Donde con mucha gracia

se entrelazaba la hiedra.

Una mancha roja y gris

en la rama del espino,


lanzaba notas alegres

la loica con esos trinos

y a la orilla del sendero

entre las moras y el agua.


Una fugaz mariposa

con gran libertad volaba

y me imagino ese cuadro

todavía en el atril.


delante de la pintora

con una tela sonriente

para poder ser admirada

por este mundo de gentes.