Cierro mis ojos y en mi mente solo veo el recuerdo de tu rostro… si tan solo hubiera escuchado tus palabras, en este momento estarías a mi lado amándome y sin duda, yo también.
Nunca te podré olvidar…Esa sonrisa, esos labios, esos besos, esos besos tan dulces como tu corazón.
Lamento enormemente haberte dejado ir, pero penosamente, y con dolor te lo digo, que fue el maldito destino quien me obligó.
Sé muy bien que hubieses sido feliz a mi lado y de, alguna manera, yo también.
No puedo, ni un segundo, sacarte de mi mente, aunque intento inútilmente, es muy difícil. No puedo imaginarme, de aquí en adelante, una vida sin tu amor.
Tengo sensaciones, sensaciones de creer que en tu cabecita rondan sentimientos hacia mí.
Sentimientos que, de alguna manera, nunca se borrarán de tu mente, y de la mía tampoco.
La vida me dio la oportunidad de amarte. La necedad me sedujo y echó espinas en el camino, para que no pudiera volar junto a ti.
Cesaron las oportunidades. Pero no me doy por vencido.
En algún instante de la vida volveré a ver tu piel…
LT