EL FESTEJO ESTABA A PLENO
en la casa solitaria.
La noche estaba cerrada
y en los calores de enero
la fiesta era un caldero,
el jolgorio abochornaba.
Con mi copa fui hasta el fresco,
hacia el rumor de las aguas.
Y tal como siempre estaba
casi aquietado en la arena,
el mar jugando allí cerca
a tocarlo desafiaba.
Allí te escuché invitarme
A caminar por la playa.
La gente que festejaba
nunca notó nuestra falta.
Supe que iba a conocerte
sobre la arena templada.
Reímos y correteamos
ambos al borde del agua.
Nos tendimos en la playa,
de los demás, alejados.
La noche, el mar y el verano:
la pasión nos abrazaba.
Allí besaste mi cuerpo
mientras mi ropa quitabas.
Tus manos eran dos brazas
y de fuego eran tus labios.
¡Que deleite provocaron
en mi piel, sobre la playa!.
Fue intenso nuestro delirio,
grandiosa nuestra pasión.
Y la urgencia nos unió
a los dos sin conocernos.
Nos sorprendió un día nuevo
queriendo asomar el Sol.
Apresurados partimos,
Nuestros pasos desandamos,
cuando a la casa llegamos
los besos eran olvido,
y ese fuego que sentimos
quedó en la playa, apagado.
© ESCRITOR INGEL LAZARET