En su regazo dejó sus ansiedades,
en su regazo olvidó sus inquietudes
al deslizarse suavemente la caricia
que le llevaba más allá de cielo y nubes.
En su regazo una lágrima rodaba
reconociendo aquella inmensa dicha
del probo, íntegro amor que profesaba
en lo profundo aquel ser que tanto amaba.
En su regazo se posaron los ensueños
que se cumplieron al instante, en breve lapso,
al fusionarse en un solo sentimiento
tersos silencios del amor correspondido.