Me hice novio en mala hora
de una chica despampanante,
me han dicho que es muy gastona
sobre todo cuando va a los restaurantes.
Ella es de contextura delgada
muy estilizada y atractiva…
No puede comer eso que hablan
por eso pienso que todo es mentira.
Tal vez pienso que son envidiosos
que para que me separe de ella,
Inventan esos cuentos tan odiosos
para crear discrepancias y querellas.
Hasta que por fin llegó el día
de invitarla a cenar cordialmente,
y fuimos juntos a una pizzería
donde había por cierto poca gente.
Fue muy discreta al ordenar
una pizza con pocos ingredientes,
de un tamaño muy singular
la cual comió moderadamente.
¡Lo sabía, lo sabía!
gritaba para mis adentros,
¡qué considerada la novia mía!
eran falsos aquellos cuentos.
De pronto terminó de comer
y llamó con premura al mesero
y ordenó en un dos por tres
en un tono descortés y altanero.
Me trae dos pizzas gigantes
con doble queso y champiñones,
con maíz, chile y guisantes
para que cenen mis hermanos mayores.
Me da otra pizza familiar
con salami y muchas anchoas
que así papá y mamá
podrán comérsela toda.
Me da otra con espinaca y piña
y bastante queso mozzarella
para que coman y no me riñan
mi abuelo y mi abuela.
Para mis bellas hermanas
prepare tres con poca salsa
que sean por favor vegetarianas
con cebollas, pimentón y albahaca.
Y me trae otra bien preparada
con jamón y aceitunas negras
para darle una buena saciada
a mis dos gatos y a mi perra.
Al ver semejante grosería
no saque ni la cartera,
salí corriendo de la pizzería
y aún no he parado la carrera.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Bajo el Número 55620414
Maracaibo, Venezuela
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