Quizás siga a tu lado
amándote y no,
solitario y ausente,
aletargado en el tiempo.
Quizás sigan tus celos,
vigilantes… abrumándome
y logrando que me aleje
cada día más y más.
Quizás digas que te vas
mil veces más,
y empacando te alejes
y luego regreses
mil veces más.
Quizás los dos juntos
sigamos caminando,
amándonos u odiándonos,
de la mano, hasta el altar.
¡Qué contrariedad!.