Tronco ardiendo
Fuiste en vida altivo
Y buena sombra tus ramas dieron
Pero esta tarde de invierno,
Cuando te extingues en el fuego
¡Asombras! con la vida que llevas dentro
Y aunque es para dar calor,
Por lo que estás en el fuego,
Crujes como el mejor leño
Y siento la resina y tu savia
Como invaden toda la estancia.
Pero es viendo el contoneo de tus llamas,
Que parece que me hablan,
Cuando más la soledad siento,
Porque solo tú, viejo tronco,
Esta fría tarde de invierno me acompaña.
Campo Sta. Eulalia Elda 14 de enero de 2007