Qué pasa que ya no escribes que te veo triste, andas sola por las calles apreciando el arte de sus paisajes, pero tu sonrisa no es la misma, te ves lejana y distraída.
Qué pasa que ya no escribes haciéndome extrañar tu poesía que llevaba mi mente a la fantasía, que te sucede que ahora son negros tus días.
Anímate y ponte en pie que uno cae solo para ponerse en pie otra vez, deja que el tiempo cure tus heridas y por lo pronto amiga mía, descárgate en la poesía.
Qué te pasa que ya no escribes, vamos anda no te desanimes, que cada tropiezo nos deja una lección que nada hay tan fuerte que venza al corazón.