-------------------PARA DOÑA MARIA CORTES DE REYES.
----------------------------- MI MADRE.------------------------------------------------
-----------------------------MARIA, MARIA.------------------------------------------------------------------------
María, María, tu nombre es María, la de los ojos tiernos
como de agua marina y un azul coleto, que flota en el aire,
y que con encanto, se quedó atrapado ahí en tu mirada.
Eres un recuerdo bordado en la noche,
eres una alondra que cantó en mi vida.
Tu figura blanca, frágil y pequeña era de alabastro,
como de una paloma blanca que vive en la plaza,
y al posar los ojos de quienes te vieran,
se admiran del porte, de tu piel porcelana
y oyendo tu risa que alegró las calles,
te siguen mirando cuando te alejabas
porque fuiste siempre dejando en el aire
un perfume dulce, como el de manzana.
Esta noche intensa, yo te miro entera,
como eras un día, como fuiste antes,
para ti la vida, fue una primavera
y ante los dolores y los sinsabores,
tu carácter fuerte, tenaz y valiente,
era una columna de piedra labrada
que aguantó el embate, de todos los vientos.
Hasta que los tiempos que todo lo acaban
te volvieron vieja, se escondió tu aurora,
te dejaron sola, como golondrina dormida en su nido,
y una noche fría de terrible invierno,
te fuiste volando como ave viajera
hacia otro rincón, en donde te hospedas.
Hacia otra tu casa, muy llena de flores
en donde impaciente me estás esperando.
Mira soy aquel tu hijo que tanto te extraña,
ese que te sueña, ese que te añora
y que ya muy pronto alzará su viaje
para ir a mirarte, para ir a abrazarte
y para que te diga María, María,
perdón madre mía, por todo este tiempo
y por otras cosas, que te he abandonado.
Te he dejado sola, muchos, tantos años,
ríe, no estés triste, que vengo a quedarme
volví a tu regazo, besando tus manos,
peinando tu pelo, linda Madre mía
ven hacia mis brazos, deja que te bese,
dame tu sonrisa, soy tu hijo ausente,
aquel que te sueña y que no ha olvidado,
lo buena que fuiste y como me quisiste,
hoy estoy contigo, he vuelto a tu lado.
Tu nombre es María, tu nombre es María,
igual que la madre de aquel que algún día
muriera por todos clavado en la cruz,
bendita tu seas linda madre mía, bendito Jesús.
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