Paso delante del teatro.
Me detengo un indeterminado tiempo
contemplando su entrada.
Y siento ganas de entrar.
Un empleado sale
a barrer la vereda.
El antiguo empleado no es.
Éste es nuevo, indudablemente.
Me acerco:
--Buenos días, señor.
--Buenos días, señor,
¿necesita algo?
--Si necesito algo...
¿cómo sabe usted
que algo necesito?
--Porque hace un buen tiempo
que lo veo detenido aquí.
Espere, si la vista
no me engaña,
usted es...
--No me nombre,
no diga mi nombre,
por favor.
--Si usted así lo desea...
Pero yo no me olvido
del rostro de los grandes
actores que han trabajado
en este teatro.
--Le agradezco el haberme
recordado. Necesitaría...
--Pase nomás,
el teatro es todo suyo.
¿Cómo lo ha adivinado?
--Por su mirada, señor...actor.
Pase nomás, pase,
con toda confianza.
Disponga del tiempo que quiera.
Todavía tengo que trabajar
tres horas más.
--Gracias, señor.
Entreabro la puerta principal,
allí, mi recordado hall...
Llego hasta la entrada
de la sala.
La abro sigilosamente...
siento una sensación
de temor y felicidad
al mismo tiempo.
Ya entré.
Recorro visualmente
toda la sala.
Camino hacia el escenario,
toco con la palma
de mi mano derecha,
su escenario...
y mi cuerpo se estremeció...
Me senté en una butaca
en la primera fila,
me quedé extasiado y
emocionado contemplando...
y comencé a recordar...
.................................
--¿Qué es lo que pasa hoy,
estás perdiendo la memoria?
--No sé lo que me pasa,
es...estoy pensando en
que mi hijo no se encuentra
bien de salud y...
--Silvia, detente.
Todos los actores tenemos
problemas en nuestra vida personal.
Pero te sugiero que cuando
llegues al escenario,
dejes a un lado
tus problemas,
y vive el personaje...
--Tienes razón Alfredito...
--Te he dicho que no me llames
Alfredito, soy Alfredo.
-- Discúlpame, para mí ya es
una costumbre...
--Sácatela, prosigamos.
También a mí me pasa que dentro
de dos horas tengo
que pasar a buscar a Nora...
--¿No dices que lo primero
en la vida es el teatro?
--Y no dejaré de decirlo.
Pasa que hace tres semanas
prometí a acompañarla
a la casa de su madre...
Mi futura suegra
debe estar echando chispas...
Bueno, se acabó nuestro
diálogo personal.
Démosle vida a los personajes.
--Ok.
--Comienza tú.
..............
--Estás equivocado
si piensas que vas
a tratarme como si fuese
una prostituta de cuarta...
o me pagas lo que acordamos,
o nunca más me acostaré contigo.
--Y a mí no me trates
como si fuese un mafioso
o delincuente.
Te he solicitado me rebajes
unos pesos, nada más.
--Me estás haciendo poner nerviosa.
Dame lo que acordamos,
y ya me estoy yendo.
Tengo otro compromiso,
y ya se me está haciendo tarde.
--¡Ya, ya! Toma, cuatrocientos,
lo que hemos acordado.
Me sale más barato acostarme
con mi esposa.
--Pues acuéstate con ella, entonces.
¿Para qué me buscas a mí,
si después sales diciendo
que te salgo cara?
--Porque sabes que los placeres
que tú me das
no me los entrega ella.
--Yo soy completita...
--Pues ella no lo es...
--¿Tanta aversión
le tiene al sexo pleno?
En ti tiene a un buen maestro...
--He de serlo, pero ella
es muy distinta a ti.
Le falta la pasión
que tú le pones en el acto...
--¡Qué suerte que tenemos ambos,
gozar tanto en el acto sexual!
--Tú eres una maestra
en hacer el amor...
Si no fuese porque tienes
otro cliente, te juro que...
--¿Me echarías otro?
Un doblete...pero tendrías
que darme otros cuatrocientos...
--Tienes razón... lo dejamos
para el próximo encuentro.
Bay, bay...
.....................................
Volver nuevamente a ésta,
mi realidad.
¡Cuánto te extraño.
mi escenario!...
Daría mis últimos días
de mi vida, por estar allí,
nuevamente... representando...
Quisiera volver, teatro,
Déjame escenario, estar
nuevamente sobre ti,
representando...
aunque en realidad,
tendría que pedírselo
a mi futuro destino...
Señor, mi amado Jesús...
un pedido más...
Derechos reservados de autor
(Hugo Emilio Ocanto - 23/04/2014)