Sequé tus lágrimas, amor, con besos
Para que en vez de llanto,
De tu rostro de magia y embelesos
Emane luz y canto.
Es sublime besarle al ser amado
La pupila y la frente,
Los labios, los ojos, el perfumado
Cabello irreverente
Que reduce la furia de los vientos
Y lo transforma en brizna
Capaz de seducir a mis tormentos
Y volverlos llovizna.