monique ele

Siempre tuvo esa cosa cosa con la muerte...

 

Siempre tuvo esa cosa con la muerte pero hasta que la tocó de cerca, no supo en realidad, cómo se sentía. Lo que más le dolió fue lo irreversible; no necesariamente la muerte. Que se muriera la gente, sí…lo aceptaba; pero que, en algún momento, también despertara. Y es así que no se resignó cuando la muerte le robó a su padre. Esperó con paciencia, minutos locos en los que analizaba paredes, el techo, cada rastro de su rostro, sus manos… preguntándose sobre la certeza de aquel fenómeno. Esperando a que de un momento a otro despertara. No le había avisado, no lo había esperado. La gente no debería morir antes del siglo. Siguió esperando en vano, en cada velorio, que alguno de esos difuntos, reviviera. Que la ratificara en que es reversible lo irreversible, y que nada de aquello fue cierto; que todo fue, simplemente, esa ficción a la que llamamos vida.